Distintas formas de financiar un coche

12 Febrero 2020

Créditos selectivos, préstamos bancarios leasing… Son muchas las fórmulas que puedes utilizar para financiar la compra de tu nuevo vehículo. En este artículo te explico cuáles son las más comunes y cómo elegir la opción más apropiada para ti.

Salvo que dispongas de un buen dinero ahorrado, lo más seguro es que tengas que financiar la compra de tu próximo coche.

A la hora de cerrar el acuerdo de compra, la mayoría de concesionarios intentarán convencerte para que solicites un crédito con ellos mediante una financiera con la que tengan acuerdos.

De hecho, para el vendedor esta fórmula es la más rentable, porque recibe una comisión por cada préstamo personal que consiga vender.

Pero es posible que otras vías de financiación te ofrezcan condiciones más atractivas.

Lo que debes tener en cuenta antes de financiar tu coche

Financiar la compra de un vehículo supone pagar una cuota todos los meses, por lo que debes tener claro si tus ingresos son suficientes para afrontarla a lo largo del tiempo.

Lo ideal es que la cuota mensual no supere el 10% de tus ingresos brutos.

Por otro lado, también debes contar con los intereses que se aplicarán según el tipo de préstamo.

Además del interés nominal, hay otros factores que pueden elevar el coste total de la financiación como las comisiones de apertura o cancelación y otros gastos secundarios.

La TAE es la que agrupa todos estos costes extra, y será el mejor indicador para saber si el contrato de préstamo que estás firmando es el más rentable para ti.

Cuando financias un vehículo a largo plazo, siempre es buena idea tener unos ahorros reservados que te permitan seguir pagando las cuotas si pierdes tu fuente de ingresos principal.

Cinco vías de financiación para adquirir un vehículo

Estas son las fórmulas más habituales para financiar la compra de tu nuevo coche:

●     Préstamos personales: una opción frecuente es obtener un préstamo de una entidad privada, como un banco o un prestamista externo. La mayoría de los concesionarios tienen acuerdos con alguna financiera, lo que agiliza los trámites, pero puede suponer unos intereses más altos. 

●     Créditos selectivos: la fórmula más adecuada si pretendes cambiar de vehículo cada pocos años. Con esta modalidad solo pagas una parte del valor total del coche. Pero si al final decides quedártelo, refinanciar el coste pendiente puede salirte mucho más caro. Además, el concesionario no tiene la obligación de quedarse con el coche si optas por la devolución como medio de saldar la deuda restante.

●     Leasing: se trata de una buena alternativa para autónomos que necesitan un coche financiado sin nómina. Con el leasing contratas un arrendamiento financiero cuya última cuota te permite ejercitar la opción de compra. Otro punto fuerte de esta modalidad es que Hacienda te permite desgravarte el IVA.

●     Renting: funciona de manera similar al leasing, pero con la diferencia de que este arrendamiento financiero no incluye opción de compra final. Otra diferencia es que en las cuotas del renting también se incluyen otros gastos como el seguro, el mantenimiento, el cambio de neumáticos…

Pago al contado: Puede ser una buena opción si tienes suficiente dinero ahorrado. Aunque, paradójicamente, los descuentos que ofrece el concesionario hacen que a veces sea más rentable financiarlo.

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