5 consejos para que la reforma de tu casa no se convierta en una ruina financiera
El refrán señala que las obras se sabe cuando empiezan, pero no cuando terminan. Y aunque esto es algo que ocurre casi siempre que se emprende cualquier reforma, debes ser capaz de gestionar correctamente todos los inconvenientes que vayan surgiendo. De no hacerlo así, es posible que la reforma te termine costando más de lo que vale tu casa.
Contenido de este artículo:
- ¿Te estás planteando hacer una reforma en tu casa?
- Pide siempre tres presupuestos
- Cíñete siempre a los presupuestos por escrito
- Comprueba si necesitas licencia
- Compra personalmente los materiales
- Recurre a un préstamo solo cuando sea necesario
¿Te estás planteando hacer una reforma en tu casa?
Si estás cómodo y a gusto en tu casa, la verdad es que es una opción bastante más barata que cambiarte de piso,
Sin embargo, ten cuidado porque las reformas en las viviendas pueden terminar costando un ojo de la cara, si no tienes las cosas claras y controlas con rigor los gastos que hay que ir afrontando.
Como supongo que no querrás que tu casa se vuelva una ruina financiera, en Pepe Crédito vamos a ayudarte todo lo que podamos.
Así que sigue leyendo este artículo y haz caso de mis consejos.
1.- Pide siempre tres presupuestos
Cuando decidas hacer una reforma en tu casa, analiza cuáles son las obras que realmente son necesarias.
Por ejemplo: en lugar de comprar un nuevo sofá para el cuarto de estar, podría ser más barato tapizar el que ya tienes.
Además, tal vez no sea necesario pintar la casa entera, puesto que algunas habitaciones quizás luzcan con buena apariencia.
Y es posible que no haga falta cambiar de golpe todos los electrodomésticos de la cocina, ya que con poner muebles nuevos conseguirás un gran cambio de imagen.
Analiza con sosiego cuáles son tus necesidades reales.
Y una vez que sepas todo lo que hay que hacer, pide por lo menos 3 presupuestos para cada labor. De ese modo, conseguirás rebajar considerablemente los costes de la reforma.
2.- Cíñete siempre a los presupuestos por escrito
No empieces nunca la reforma sin presupuestos cerrados y entregados por escrito.
Esa es la mejor forma de impedir que surjan gastos que no estaban previstos y que son los que encarecen realmente el precio final de una reforma.
Además, no estaría de más que en los presupuestos figurasen las fechas de finalización, detallando las posibles penalizaciones por incumplimiento en los plazos.
3.- Comprueba si necesitas licencia
Dos gastos inesperados bastante graves pueden ser tanto la paralización cautelar de las obras, como una multa por hacer una reforma para la que era obligatoria la correspondiente licencia municipal.
Para evitar este tipo de inconvenientes, deberías consultar antes de empezar si es necesario solicitar este tipo de permisos.
Te ahorrarás muchos quebraderos de cabeza. Y en cuestión de reformas, los quebraderos de cabeza siempre cuestan dinero.
4.- Compra personalmente los materiales
Si tú te encargas de adquirir los materiales en almacenes para mayoristas o profesionales, seguro que obtienes ahorros bastante importantes.
Recuerda que los profesionales de las reformas no solo ganan dinero con la mano de obra, sino que en los materiales empleados también cargan márgenes que incrementan sus beneficios (y tus costes).
5.- Recurre a un préstamo solo cuando sea necesario
La opción más barata siempre es pagar este tipo de reformas al contado.
Pese a ello, tal vez la necesidad es tan imperiosa que no dispones de tiempo suficiente para ahorrar y no te queda más remedio que recurrir a la financiación externa.
En ese caso, en Pepe Crédito encontrarás información sobre préstamos para reformas.
Y recuerda un último detalle: aunque es habitual pagar por adelantado una parte de los trabajos, intenta que estos adelantos nunca superen el 30% del valor total de la obra.
Cuanto menos dinero pagues por adelantado, más poder tendrás sobre las personas que están ejecutando la reforma.