¿Cuál es la diferencia entre crédito y préstamo? Guía completa

21 Agosto 2024

Para muchas personas el significado de crédito y préstamo es el mismo, donde apenas se distingue una diferenciación cuando entran en juego productos financieros como las tarjetas de crédito, donde nada más analizar su funcionamiento percibimos alguna de las claves por las que ambos términos difieren mucho más de lo que imaginábamos. Y es que, si no utilizamos estos elementos como referente y comparativa, seguiríamos confundiendo tanto al préstamo como al crédito.

Preguntas antes de tomar una decisión


Contenido de este artículo:

  1. Descubriendo estos dos tipos de financiación
  2. ¿Qué es un préstamo?
  3. ¿Qué es un crédito?
  4. Principales diferencias entre préstamo y crédito
  5. ¿Cuándo conviene solicitar un crédito y un préstamo?
  6. Pros y contras de los préstamos y créditos
  7. Cómo elegir entre crédito y préstamo
  8. Preguntas antes de tomar una decisión

Hoy haremos un recorrido por sus características, para que veas las principales diferencias que existen entre ambos y sus múltiples ventajas. Tanto créditos como préstamos son un producto financiero muy útil si se sabe aprovechar y rentabilizar el capital que proporcionan, pero realmente peligrosos si se ignoran algunas de sus indicaciones y el sentido de su aplicación. Si tenías esta duda y no sabes en qué se diferencian ni cómo aprovecharlos, toma papel y lápiz porque esto te interesa.

Descubriendo estos dos tipos de financiación

Para poder clasificar e identificar a uno y otro, lo mejor que podemos hacer es plantear la información con ejemplos reales y prácticos, ya que es la mejor forma de percibir las notables diferencias y cualidades que presentan. Aunque en muchas ocasiones nos dirigimos al préstamo personal mediante los dos términos, debes saber que en el mercado financiero cada uno de ellos tiene marcado y diferenciado su sitio.

¿Qué es un préstamo?

El préstamo abarca un gran abanico de términos y variaciones dentro de su propia categoría, donde seguro te resultarán familiares algunos como préstamo hipotecario, préstamo para coches o préstamo sin nómina. Dentro de esta gran familia, el préstamo conserva su definición intacta, en la que hablamos de un producto financiero donde recibiremos una cantidad determinada de dinero que habrá que devolver periódicamente hasta saldar la deuda original y los intereses generados.

La utilidad del préstamo es más que evidente, sobre todo en aquellas situaciones en las que se precisa de una inyección de capital. La compra de un coche, el pago de una reforma en casa o la reparación de una avería inesperada, son solo algunas de las situaciones en las que el préstamo personal es la mejor opción para hacer frente al pago.

¿Qué es un crédito?

A diferencia del préstamo, el crédito es un producto en el que tendremos disponible un capital determinado, pudiendo hacer uso parcial o total si así lo deseamos. Dicho de otra forma, la entidad pone a nuestra disposición un límite al que podremos recurrir siempre que lo deseemos o necesitemos, pagando solo los intereses de la parte que hayamos utilizado y reservándonos el resto para el futuro.

Su utilidad es evidente cuando tenemos que afrontar pagos de los que desconocemos su coste total o no habíamos previsto. Generalmente, el crédito se suele ofrecer a través de una tarjeta de crédito, o bien, creando una línea de crédito en la entidad financiera en la que podremos transferir el capital deseado a nuestra cuenta corriente. Según hayamos acordado con la financiera, al final de mes liquidaremos el capital dispuesto total o parcialmente.

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Principales diferencias entre préstamo y crédito

Además del nombre, ambos términos difieren entre sí por varias razones, siendo algunas de ellas más que evidentes cuando exponemos algún caso práctico y entendemos su aplicación en la vida real. Para que te hagas una idea, hemos organizado los puntos en las que ambos productos son completamente diferentes, aunque muchos todavía los sigan confundiendo y llamando por igual.

  • Emisión del capital. Una vez la solicitud de financiación es aprobada, en el préstamo recibiremos una única transferencia con el capital total, mientras que en el crédito seremos nosotros los que determinaremos cuánto dinero queremos gastar dentro del límite previamente establecido.
  • Tipos de interés. En el momento en el que aceptamos un préstamo personal, veremos que hay que hacer frente al coste de los intereses de todo el capital transferido. Si observamos a los créditos, tendremos que pagar los intereses que genere aquella parte del dinero dispuesto, quedando al margen el resto que no se ha utilizado.
  • Reutilización de lo amortizado. Salvo excepciones o acuerdo previo con la entidad, el prestamo no permite que dispongamos nuevamente del dinero ya amortizado, mientras que el crédito sí facilita la posibilidad de reutilizar la parte disponible para afrontar un nuevo pago.

Aunque en algunos escenarios se emplee crédito y préstamo de forma indiferente, estos puntos que acabas de leer dejan bastante claras sus diferencias más notables. Si lo que buscamos es flexibilidad, el crédito ofrece mejores condiciones que el préstamo, tanto por la disposición del capital como por la forma de devolverlo o reutilizarlo.

¿Cuándo conviene solicitar un crédito y un préstamo?

La mejor forma para comprender cuándo conviene recurrir a ellos es mostrando algún ejemplo real y práctico en el que percibamos sus diferencias y características, así como ventajas y desventajas. El crédito puede ser un gran aliado ante una situación delicada prolongada en el tiempo, pero también puede convertirse en un problema al acumular tanto interés tras varias disposiciones de capital. 

  • Gastos diarios controlados. El crédito permite disponer de dinero para afrontar gastos pequeños y cotidianos, siempre que podamos hacer frente a su liquidación a fin del mes.
  • Un pago inesperado. Una avería o una reparación urgente precisan de una tarjeta con la que pagar rápida y cómodamente.

Por su parte, el préstamo permite disponer justo del dinero que necesitamos, pero también puede resultar insuficiente si surgen nuevos imprevistos y gastos, ya que no tendremos opción de recibir más fondos. Esta situación puede limitarnos, haciendo insuficiente su aplicación y generando una nueva deuda para nuestra ya delicada situación económica.

  • El pago de una reforma. El préstamo es ideal para pagar una cantidad que ya conocemos, como el coste de reformar la casa. 
  • Liquidar deudas anteriores. La acumulación de cuotas puede romper la estabilidad económica, por lo que utilizar el capital del préstamo para saldar viejas deudas y reducir el gasto es una opción realmente útil.

Pros y contras de los préstamos y créditos

No todo son diferencias, el préstamo y el crédito tienen también varios puntos en común que les hacen realmente interesantes en el mercado financiero. Además de ser útiles en su medida, tanto uno como otro ofrecen una serie de ventajas que merece la pena destacar y mostrarte. Eso sí, también repasaremos algunas de las desventajas que poseen, ya que son determinantes a la hora de elegir qué te conviene.

  • Crédito. No cabe duda de que nos encontramos ante un tipo de financiación flexible y adaptable según el cliente, donde reutilizar el capital amortizado es posible y no habrá que traspasar todo el capital de una vez. Por otra parte, veremos que las tasas de interés que se aplican son realmente elevadas, haciendo que la devolución se prolongue en el tiempo y resulte ser mucho más costosa.
  • Préstamo. El préstamo es mucho más limitado en cuanto a disposición del dinero, pero tendremos un tipo de interés más reducido y su coste será mucho menor. Aunque recibiremos el capital en una sola transferencia y no podremos disponer del saldo amortizado, sabremos en todo momento cuándo terminamos de liquidarlo por completo.

Cómo elegir entre crédito y préstamo

Lo primero que debes hacer es, además de comprender todas sus características y principales diferencias, determinar para qué necesitas el dinero y de qué forma tu economía permite que lo puedas devolver sin tener que condicionar tus ingresos ni endeudarte más. Sabiendo este punto, podrás dar un paso hacia la elección de la mejor opción según tu situación y capacidades.
Cómo elegir entre crédito y préstamo

Preguntas antes de tomar una decisión

Antes de elegir un tipo u otro, debes saber que ambas opciones permiten proporcionarte liquidez, es decir, con cualquiera de ellas podrás disponer del dinero que probablemente tanta falta te haga. La clave reside en analizar y valorar si realmente tu economía se puede permitir una nueva deuda y, en caso afirmativo, determinar cuál es la mejor opción. Para ayudarte en esta cuestión, aquí van unas preguntas que debes plantearte:

  • ¿Conozco la cantidad exacta que necesito?
  • ¿Puedo afrontar un pago más al mes?
  • ¿Es realmente necesario pedir dinero ahora mismo?
  • ¿Cuento con ingresos y ahorros para cubrir una hipotética reclamación por impago?
  • ¿Mi situación económica es estable a corto plazo?

Si tienes claras las diferencias entre préstamo y crédito, es hora de valorar opciones, compararlas y tomar una decisión en función de lo que tu economía necesita. Aunque el préstamo siempre tendrá un lugar para el crédito dentro de su gigantesca familia, éste último cuenta con una serie de características que lo hacen también único e interesante en determinadas situaciones.

Es muy importante informarse sobre el tipo de préstamo o crédito al que vas a acceder, tanto uno como otro cuenta con una serie de condiciones y aspectos esenciales que necesitas comprender para después asumir. Su coste, el tipo de interés, plazo de devolución y un largo etcétera que solo encontrarás en los términos del borrador de contrato que ofrecerá la entidad prestamista.

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