¿Realmente sabes lo que cobras?
Aunque tu empresa tiene que entregarte todos los meses un recibo en el que figuren en detalle todos los emolumentos profesionales que percibes, lo cierto es que casi todo el mundo suele firmar estos papeles sin apenas fijarse en ellos. Como vas a comprobar en este post, lo que tu empresa paga por ti es una cantidad bastante más alta de la que llega hasta tu cuenta. Te aseguro que, tras la lectura de este artículo, empezarás a analizar tus nóminas con más detenimiento.
Contenido de este artículo:
- Los impuestos más importantes sobre tus ingresos
- Cotizaciones sociales
- Retenciones de IRPF
- ¿Realmente sigues pensando que en España los sueldos son tan bajos?
No sé si alguna vez te has parado a pensar en lo que ganas realmente.
Generalmente los trabajadores normales solo se fijan en la cantidad que su empresa les ingresa a final de mes en su cuenta corriente, limitándose a firmar el recibo de la nómina sin apenas detenerse unos segundos en los conceptos que aparecen en la misma.
Sin embargo, la cosa cambia cuando solicitas uno de estos créditos rápidos que reseñamos en esta página, puesto que lo primero que te piden muchas financieras es que les remitas las últimas nóminas. De ese modo, puedes demostrar que cuentas con unos ingresos estables y continuos.
En este artículo te voy a enseñar cuáles son las partidas en las que tienes que fijarte para saber realmente en detalle lo que tu empresa paga por tu trabajo.
Los impuestos más importantes sobre tus ingresos
Se estima que un español tiene que pagar en impuestos el equivalente a 177 días de trabajo al año.
Aunque esta cifra es aproximada y orientativa —porque los impuestos que paga cada trabajador dependen de sus circunstancias personales y familiares, así como del volumen total de ingresos—, sí que sirve muy bien para hacernos una idea de por qué hay tanta diferencia entre el sueldo bruto y neto.
En este post solo te voy a hablar de los impuestos que se deducen directamente de tu sueldo. Porque en España hay una máxima que todos los trabajadores deben conocer: antes de cobrar tu salario, el Estado ya se ha quedado con una parte del sudor de tu frente…
Cotizaciones sociales
La Seguridad Social es la primera en llevarse una parte sustancial del pastel.
Sobre la cantidad que vas a cobrar como sueldo, la Seguridad Social se queda con dos partidas:
- Cotización por cuenta de la empresa: desde el año 2014, es obligatorio que en el recibo de la nómina figure la cantidad que la empresa empleadora tiene que pagar por tener un empleado. El coste medio de este tipo de cotizaciones es de un 30% del sueldo que se le paga al empleado.
- Cotizaciones por cuenta del empleado: la empresa, además, tiene que descontar de la nómina de todos sus trabajadores una serie de partidas por contingencias comunes, desempleo y formación profesional. Aunque los porcentajes son variables, lo habitual es que no superen el 6,7% del salario bruto.
Retenciones de IRPF
Por si todo lo que se ha llevado la Seguridad Social fuese poco, a continuación, viene Hacienda a llevarse también su correspondiente tajada.
El impuesto que se aplica sobre las nóminas es el IRPF. Un tributo que el empresario debe retener directamente de cada nómina, sin tener en cuenta ni los ingresos totales, ni el patrimonio de cada contribuyente, ni las posibles deducciones a las que se tengan derecho.
Por ese motivo, al final del año el trabajador debe hacer una declaración de IRPF para regularizar si las retenciones efectuadas durante el año han sido suficientes para cubrir el total de dicho impuesto, o todavía es necesario realizar algún pago adicional.
El porcentaje de IRPF que se aplica sobre la nómina es variable en función de lo que esté cobrando el trabajador y de su situación personal, pudiendo llegar a ascender a un 35% del sueldo bruto.
¿Realmente sigues pensando que en España los sueldos son tan bajos?
Aunque muchos trabajadores se quejan de que en España los sueldos son muy bajos, el problema viene realmente causado por la elevada presión fiscal a la que están sometidos los trabajadores.
Lo entenderás mejor con un ejemplo: un trabajador que cobra un salario neto de 1.300 euros supone para su empresa aproximadamente 2.275 euros de coste laboral unitario (con un 12,89% de retención de IRPF).
Esto quiere decir que, de lo que cobra un trabajador, el 42% del salario bruto se lo queda el Estado.
Si estás pensando en pedir un crédito, el problema es que las financieras, a la hora de analizar los riesgos de la operación, no tienen en cuenta tu sueldo bruto sino el neto.
En caso de que tengas un sueldo neto muy bajo —o directamente no dispongas de ingresos fijos y regulares—, te recomiendo que te informes sobre estos minicréditos online sin nómina.