Qué es el IPC: cómo fluctúa y qué afecta
Seguro que lo has oído en las noticias o lo has visto en titulares: “el IPC sube”, “la inflación afecta el poder adquisitivo”. Pero ¿qué es exactamente el IPC? Vamos a desglosarlo de forma sencilla.
Contenido de este artículo:
- ¿Cómo funciona el IPC y por qué fluctúa?
- El IPC en 2024: una subida que no pasa desapercibida
- ¿Y qué es el IPC subyacente?
- La evolución del IPC en los últimos 10 años
- ¿Por qué debería importarte el IPC?
Las siglas IPC significan Índice de Precios al Consumo. En palabras simples, el IPC mide cómo cambian los precios de los bienes y servicios que las familias compran habitualmente. Es como una gran “cesta de la compra” que incluye desde alimentos y ropa, hasta alquileres y servicios como el transporte. Si los precios de esta cesta suben, el IPC también lo hace. Y si bajan, ocurre lo contrario.
Este indicador es clave para entender la inflación, es decir, el ritmo al que suben los precios en una economía. Pero no sólo se trata de economistas o políticos: el IPC afecta directamente nuestra vida diaria. Por ejemplo, se usa para actualizar salarios, pensiones y alquileres, y también para ajustar ciertos contratos.
En España, el Instituto Nacional de Estadística (INE) es el encargado de calcular el IPC y lo publica cada mes.
¿Cómo funciona el IPC y por qué fluctúa?
El funcionamiento del IPC es más simple de lo que parece. Primero, el INE elige una “cesta de bienes y servicios” que represente el consumo promedio de los hogares. Esta cesta incluye productos como pan, carne, electricidad, gasolina, ropa y mucho más. Luego, cada mes, se recopilan datos sobre los precios de estos productos en diferentes comercios y lugares de España.
Por ejemplo, si el precio del pan sube un 5% y la electricidad baja un 3%, estos cambios se reflejan en el cálculo del IPC. Pero ojo: no todos los productos pesan lo mismo en la cesta. Los productos más importantes para las familias, como los alimentos o la vivienda, tienen mayor impacto.
Entonces, ¿por qué fluctúa?
Hay varias razones por las que el IPC sube o baja:
- Oferta y demanda: Si hay menos oferta de un producto clave (como el petróleo), los precios suben.
- Políticas económicas: Cambios en los impuestos, como el IVA, pueden hacer que los precios aumenten.
- Factores externos: Eventos globales, como una guerra o una crisis energética, también afectan los precios.
- Estacionalidad: Algunos productos, como frutas y verduras, tienen precios que varían según la época del año.
El IPC en 2024: una subida que no pasa desapercibida
En 2024, hemos visto cómo el IPC ha seguido una tendencia al alza en España. Una de las principales razones ha sido el impacto continuo de la inflación en sectores clave, como la energía y los alimentos.
Por ejemplo, a pesar de las medidas del gobierno para contener los precios de la electricidad, estos siguen siendo elevados en comparación con los niveles de hace unos años. Además, factores como las tensiones internacionales y los cambios climáticos están afectando la producción agrícola, lo que encarece productos básicos como el aceite de oliva o los cereales.
Según las previsiones, es probable que el IPC cierre el año con un incremento cercano al 3-4%, dependiendo de cómo evolucionen los precios de la energía y otros factores externos. Esta subida tiene un impacto directo en el bolsillo de las familias, ya que reduce el poder adquisitivo.
¿Y qué es el IPC subyacente?
Aquí viene un concepto interesante: el IPC subyacente. Este indicador excluye del cálculo ciertos elementos cuyos precios son muy volátiles, como los alimentos frescos y la energía. ¿Por qué? Porque estos precios pueden cambiar mucho en poco tiempo debido a factores externos (como el clima o conflictos internacionales), lo que dificulta ver la tendencia real de la inflación.
Por ejemplo, si un mes sube mucho el precio de las frutas por una sequía, el IPC general se disparará. Pero el IPC subyacente no se verá tan afectado, porque busca reflejar una inflación más estable y estructural. Los economistas suelen mirar ambos indicadores para tener una imagen más clara de lo que está pasando con los precios.
La evolución del IPC en los últimos 10 años
Mirando hacia atrás, el IPC en España ha tenido altibajos significativos en la última década. Entre 2014 y 2019, la inflación fue relativamente baja, con aumentos anuales del IPC que rondaban el 1-2%. Esto se debió en parte a una economía estable y precios moderados de la energía.
Sin embargo, en 2020, con la llegada de la pandemia de COVID-19, vimos una caída inusual del IPC. La demanda se desplomó debido a los confinamientos y la incertidumbre económica, lo que llevó incluso a meses de deflación (bajada de precios).
En 2021 y 2022, todo cambió. La recuperación económica, combinada con problemas en las cadenas de suministro y el aumento del precio del gas, disparó el IPC a niveles que no veíamos desde los años 90. En 2022, por ejemplo, llegó a superar el 10% en algunos meses. Desde entonces, la inflación ha bajado, pero sigue siendo un tema preocupante para las familias y las empresas.
¿Por qué debería importarte el IPC?
El IPC no es solo un término que aparece en las noticias; es algo que afecta directamente tu vida diaria. Desde lo que pagas en el supermercado hasta el incremento anual de tu alquiler, este índice es clave para entender cómo cambia el coste de la vida.
Si estás pensando en pedir un préstamo, negociar un contrato o simplemente gestionar mejor tu presupuesto, prestar atención al IPC puede darte una ventaja. Y recuerda, no solo importa el IPC general; el subyacente también ofrece pistas importantes sobre hacia dónde va la economía.
La buena noticia es que, aunque no podemos controlar el IPC, sí podemos informarnos y planificar mejor nuestras finanzas. Y ese es el primer paso para enfrentar los retos económicos con más tranquilidad.
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