Listas robinson: el fin de las llamadas spam

30 Diciembre 2019

Las llamadas telefónicas no solicitadas invitando a cambiarse de compañía telefónica están condenadas a la extinción. Al menos, del modo en que se venían haciendo hasta ahora. Y es que la justicia ha impuesto ya varias multas millonarias a call centers subcontratados por Orange, que vulneraban sistemáticamente la legislación anti-spam.

La Agencia Española de Protección de Datos —organismo competente en materia anti-spam— ha sancionado con 30.000 euros de multa a dos empresas subcontratadas por Orange para hacer prospección comercial telefónica, con el objetivo de captar clientes para Jazztel.

El motivo: infringir leyes como la Ley General de Telecomunicaciones y la Ley de Protección de Datos, que protegen el derecho de los ciudadanos a no recibir llamadas comerciales que no han solicitado, siempre que el usuario así lo haya manifestado inscribiéndose en una Lista Robinson.

Es posible que ahora te preguntes: ¿qué es una Lista Robinson?

Te lo explico más adelante.

Una base de datos para personas que quieren dormir la siesta

Las Listas Robinson son unos instrumentos muy útiles para aquellas personas que no quieren recibir molestas llamadas comerciales.

Si estás harto de que un vendedor telefónico te despierte de la siesta, lo tienes fácil: apúntate a una Lista Robinson.

Al entrar en una Lista Robinson, estás indicando a las empresas de telemarketing tu intención de ser excluido de los directorios y bases de datos en los que figuras.

Las empresas de prospección comercial —que suelen ser subcontratadas por los operadores telefónicos para que se encarguen de captar clientes a cambio de una comisión— tienen la obligación de filtrar sus bases de datos, eliminando de las mismas a todos los que no quieren ser molestados con ese tipo de llamadas.

No obstante, formar parte de una Lista Robinson no implica que estés excluyendo por completo los posibles contactos comerciales.

Si —por ejemplo— te interesas por un seguro de vida o por préstamos personales online, al hacer la solicitud estarás autorizando a que contacten contigo, en caso de que sea necesario recabar información complementaria para analizar la viabilidad de la operación.

En España podemos encontrar varios organismos que registran y gestionan Listas Robinson.

La más importante a nivel nacional es la elaborada por FECEMD (Federación de Comercio Electrónico y Marketing Directo), pero el resto de listas activas también tienen validez legal.

Por lo tanto, si te apuntas a cualquiera de ellas, tienes el derecho a que no te molesten con solicitudes comerciales emitidas a través de los medios que tú indiques al inscribirte.

Aunque las formas de contacto más habituales suelen ser por vía telefónica, las compañías que hacen spam también emplean otros canales de comunicación como el email o el SMS.

Así que al apuntarte, deberás indicar cuáles son los medios que admites y los que no.

De hecho, en la tramitación de préstamos online rápidos sin papeleos​, es bastante habitual que tras presentar la solicitud recibas comunicaciones por correo electrónico o por SMS para mantenerte al tanto de tu solicitud.

Sin embargo, este tipo de transacciones comerciales están excluidas, puesto que tú mismo autorizas explícitamente los contactos al realizar la solicitud.

Sanciones por no respetar las Listas Robinson

Aunque estas listas nacieron con el objetivo de que las propias empresas del sector autorregulasen su actividad, tanto la legislación europea como la española han refrendado la fuerza legal de este tipo de listas.

La normativa es tajante a la hora de prohibir el spam y las llamadas no solicitadas.

Y el mejor medio para probar que alguien ha expresado su negativa a recibir ese tipo de comunicaciones se encuentra en las Listas Robinson.

Eso es lo que hicieron dos ciudadanos españoles que, hartos de las llamadas intempestivas, se inscribieron en una Lista Robinson.

Sin embargo, a pesar de la prohibición legal, las llamadas no cesaron.

Así que ambas personas denunciaron a Orange y a las empresas subcontratistas ante la Agencia de Protección de Datos.

Y este organismo público finalmente ha multado con 30.000 euros a cada una de las empresas subcontratadas por Orange para hacer la gestión comercial.

No obstante —como han ratificado hace pocos días dos sentencias de la Audiencia Nacional—, no se puede considerar a Orange directamente responsable de las malas prácticas. Pero sí a los dos call centers sancionados, que hicieron caso omiso de la prohibición al estar los destinatarios de sus llamadas inscritos en una Lista Robinson.

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