¿Sabes que un microcrédito no es lo mismo que un préstamo rápido?

Imagina si de repente te surgiese un imprevisto.

Por el motivo que sea, no cuentas con un fondo de reserva y te hace falta algo de dinero para solventar el problema.

Lo habitual hasta ahora era ir al banco y solicitar un adelanto de la nómina o un préstamo personal.

Tirar de tarjeta de crédito suele ser también un recurso bastante habitual.

Pero es posible que el banco o la entidad emisora de tu tarjeta te haya limitado tu acceso al crédito por un exceso de endeudamiento o porque figuras en un registro como el ASNEF.

Las alternativas que te voy a explicar a continuación te serán de mucha ayuda, en caso de que te encuentres en aprietos económicos.

Los microcréditos ya no son exclusivos del tercer mundo

Seguro que te suena el nombre de Muhammad Yunus (que obtuvo el Premio Nobel de la Paz en el año 2006).

Su idea de hacer pequeños préstamos —microcréditos— a las mujeres en pobres de Bangladesh le hizo acreedor del importante galardón.

Pero los microcréditos han evolucionado mucho y ya no son exclusivos de países del tercer mundo.

Ni siquiera están dirigidos solo a personas en riesgo de exclusión.

En la actualidad, los microcréditos son pequeños préstamos que hace una entidad financiera por un valor que nunca excede de 1.000 euros.

Por ese motivo, muchas entidades utilizan la palabra microcrédito como sinónimo de minicrédito.

En cualquier caso, se puede decir que ambas palabras hacen referencia a préstamos online al instante, para los cuales no son necesarios ni avales ni garantías.

Esto facilita mucho la tramitación, además de basarse en criterios menos estrictos para la concesión de los mismos. 

No confundas un microcrédito con un préstamo rápido

La publicidad en ocasiones habla de un modo algo confuso de préstamos rápidos, dando entender que son muy similares a los minicréditos que te he explicado en el apartado anterior.

Algo que no es del todo cierto.

Sobre todo porque este tipo de créditos rápidos son mucho más caros que un préstamo personal bancario o que un microcrédito.

Estas financiaciones a corto plazo se conceden en general con bastante facilidad, pero hay que tener muy presente que los costes asociados a los mismos son mucho más altos.

Las entidades financieras que tramitan estos préstamos rápidos suelen conceder cantidades mayores, con plazos de devolución también más prolongados.

Pero en contrapartida la TAE no suele bajar del 20%; y además habitualmente se conceden solo a personas con nómina o que puedan demostrar que cuentan con ingresos fijos.

Por esa razón, mientras que los microcréditos están más pensados para solventar un problema económico puntual, los créditos rápidos son los más indicados para personas que necesitan cantidades mayores de dinero.